domingo, 4 de noviembre de 2012

Cuento leslie

Podría contarte un cuento pero te contaré un recuerdo... parecía ser un día normal pero de ninguna manea sería así, me levanté temprano pues iría a recogerte a la central ¿Recuerdas? Cuando llegué aún no estabas ahí y de cierta forma me entristecí pues pensé que no llegarías, cuando de repente entre una multitud de personas apareció la carita que tanto buscaba con un hoyuelo que le identifica a simple vista (Y que por cierto me fascina) quise ayudarte con tu mochila pero no me dejaste preferiste tomarme de la mano y empezar a andar juntos a buscr un taxi, durante el camino me fuiste haciendo cosquillas (como eso ni se te da) y contándome el pretexto que le habías puesto a tus padres para poder desafanarte un día de tu casa al llegar al fraccionamiento te quejaste del fuerte sol y calor que hacía...entonces llegamos a la casa y te ofrecí un vaso de agua en cuanto tú te dejabas caer en el sofá, te pedí que subiéramos las escaleras para mostrar donde podías dejar tus cosas para después bajar y cocinar algo juntos.. dejaste tu mochila sobre mi cama y cuando me disponía a bajar terminamos recostándonos sobre la cama y para que contar lo que ahí pasó (Saldamos una cuenta pendiente) distraída y ansiosa por contar tus lunares comenzamos a hablar sobre algunas vivencias, sobre cosas que no sabíamos uno del otro hasta que el hambre marcó su presencia y bajamos a lo que desde un principio teníamos planeado, al poco rato llegó mi hermana la saludaste y me dijo que no podría acompañarnos esa tarde, entonces bajamos a conocer la ciudad solo nosotros, a soñar entre sus coloniales calles, a conversar sobre nuestros planes y que las paredes lo guardaran como secreto, como una historia más entre dos aparentemente "desconocidos" pero una cierta nostalgia se notaba pues tendríamos que regresar antes que el sol cayera, llegamos a casa tomados de la mano con una confianza y seguridad que hacía mucho no percibía, como dos pequeños niños sin miedo a perderse juntos, al subir al balcón despedimos al sol que nos regalaba la primera estrella visible en lo único que nos une: el cielo, sin muchas ganas miramos el reloj y dijiste "Ya es hora" tomaste tu mochila y salimos a tomar un taxi, al llegar a la central me susurraste al oído que no querías irte, te acercaste y rozaste tus labios con los míos, me diste un fuerte abrazo y sin mirarme te subiste al autobús rápidamente antes de que te arrepintieras, buscaste tu asiento y tu pusiste de lado de la ventana y entre una dulce mirada antes de que marcharas nos despedimos(:

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