Ligera felicidad es la de la sonrisa indiscreta
la fantasía que en cuentos se quedó
y aunque la realidad ya no es concreta
lo que daría por ir a donde voló.
y poder volar en esa superficie de nubes
de estelas nuevas y duraderas
y aunque el sol no siempre esta de buenas
iremos de noche a recgoer unas flores
darselas de obsequio falso a su ardor
creo que ha de tener un gran dolor
tal vez caresca de amor.
Y si a la luna le regalamos el toque de dulsura
que se invocan con la fuerza de nuestro propio calor
ya que el ser amado y los que se aman saben curar esa amargura
pues juntos tienen el poder de cualquier mal, hacer vapor!
y que huya como chimenea de tren, anden del terror
que viene desde allá a la espalda del sol
donde montes de tinieblas hay con horror
pero los enamorados diran: -pobres, sin probar al amor!.
Y el día menos esperado la luna caera en el climax del mar
extasiada del polvo de estrellas y del ligero calor de la espalda del sol
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